Make Way! — ID

Hablando francamente, no podemos irnos con rodeos para describir el pensar y actuar de este hombre, irse por las ramas y buscarle lógica sería un desperdicio de tiempo, como bien él podría afirmarles. Ismail es un clásico y modesto hombre que-... No, ya, en serio. Él se destaca por ser de una línea: Primero el amor propio antes que el del prójimo. Sí, es algo cínico, y sí, es algo/muy narcisista. Pero vamos, el amor parte por casa. Tiene la gran cualidad de ser un hombre sumamente directo y sincero, aparentemente mordaz pero que hace gala de su carismático ser, él jamás se guardará una opinión y menos si debe decírtelo en tu cara, acostumbra a alegrarse cuando tiene la razón y se sale con la suya, y se lo celebra él solo. Le falta poco para admirarse a sí mismo. No necesita que le remarquen y halaguen sus dones y sus cualidades, las tiene muy presentes como para encargarse de hacerlo por cuenta de todos; aunque nunca rechazará el escucharlo, no lo necesita. No teme el aparentar ser un pesado que se conforma con algo sólo si lo hace él mismo, la modestia hace años que abandonó su razonamiento pero es lo suficientemente inteligente como para no hablar sólo por el gusto de hacerlo.

Ismail no escatima en palabras a la hora de ganarse la admiración y gusto por parte de la gente, el uso de la labia y su encanto luce hasta ensayado si se le mide lo seductor que resulta ser con todos teniendo en cuenta su salvaje infancia. Aunque claro, tiene sus preferencias, se define un Casanova pero con gusto, no optando por engatusar a toda persona que pase frente a sus ojos por el simple hecho de serlo, todavía conserva ese respeto y el criterio que se merecen los demás. Todavía... Eso sí, una cosa no quita la otra, y el que acostumbre a hacerse el lindo con todos no implica el involucrarse sentimentalmente. Sea la razón que sea, separa muy bien sus sentimientos de toda situación humana, casi rayando en la insensibilidad que, alguien tan seguro de sí mismo como lo es Ismail, es lo mejor que se puede hacer para evitarse percances.

Es sin duda bueno para hacer amistades, pero de allí si puede mantenerlas o si ellos le soportan tenerle cerca es aleatorio. Dado que tiene un humor muy libre y un poco negro, no es de sorprenderse que quiera terminar alguna frase que podría ser seria con un comentario sarcástico que si no entiendes se encargará de hacerte notar lo tonto que eres. No se limita por la edad, puede ser amigo de un colega como bien puede relajarse y soltarse con algún niño que le resulte entretenido.

Se diga lo que se diga, Ismail protege con capa y espada su ética, y que nadie diga lo contrario u ose cuestionar su calidad como caza recompensas y profesional, te saldrá al revés la intención, créeme. Porque el hombre en cuestión tiene un sentido muy agudo de la suspicacia, no se le pasa ningún detalle por el lado y hasta lo más insignificante tiene algún significado para él. Y aquello le sirve muy bien para conseguir lo que se propone, un hombre de creencias y gustos nada erradicados que si planeas convencerle de lo contrario te saldrán raíces antes de lograr avanzar medio centímetro. Sus méritos tiene el hombre. Adora a sus colegas, ¡Oh, cuántos los adora! Digo, los adora. Ve un futuro en cada uno y quiere que todos sean casi tan buenos como él en su camino profesional. Casi, pues jamás podrán llegar a su nivel de perfección, evidentemente.

Se revelará on-rol.

I • II • III • IV

Gustos: Si hablamos de gustos... Es un desastre. Primero porque son un tanto excéntricos, o bien se salen del "estándar" de común, pero lo bueno es que son constantes. Por ejemplo, es un reconocido fumador compulsivo, pero bajo los estándares de una cajetilla diaria, está apelando a ser ese 8% de los fumadores que no contraen cáncer, pero le gusta mucho. Tomar siestas, no lo llamen vago, pero suele afirmar que descansa más en esas ligeras y cortas siestas entre horarios que las largas horas de reposo por las noches. Un glotón en toda la ley, pocos humanos tienen tan buen gusto por la comida, es básicamente un glotón... gusta siempre de comer deliciosas preparaciones que le pongan enfrente... y a veces inclusive las no tan buenas, no le hace asco a casi nada. Es alguien conocedor de muchos ingredientes aunque no sabe siquiera cómo cocinarlos aunque le gustaría. Debido a que roza el borde de comedor compulsivo, bajo de energía nunca se le verá, aunque lo aparente; Tener la razón... Oh, si te contara lo que lo regocija aquello: un niño en navidad, un daltónico en San Patricio, Juan Carlos I repitiendo su célebre frase a sus detractores, en fin, todos esos ejemplos y más se quedan cortos. Claro que no dirá su felicidad, pero su cerrada y amplia sonrisa lo delatará.

Disgustos: Detesta una discusión por la mañana, no hay peor forma de arruinarle un día que pudo ser hermoso, independiente si es una discusión personal, de trabajo o porque pasó a llevar a alguien en la calle, es igual. Tampoco le agrada que intenten adivinar lo que está pensando, intenten, ojo. ¿Te crees que lo han logrado? Pero esa necesidad de adelantarse a él al punto de querer saber lo que pasa por su mente, le disgusta. Aborrece pero con A mayúscula los temas políticos y gubernamentales; no es que se trate de un ignorante poco conocedor del mundo populista, pero lo considera algo tan denso y personal que no le halla sentido el compartirlo y hasta pensar que puede ser un buen tema de conversación. Pasa igual con la religión, aunque ese puede abordarlo más calmo dado que no posee creencia alguna.