—My house is yours [Priv]

10/08/2018

Mi casa es tu casa

Departamento de Mar/ Megumi Himura

Correr de aquí para allá, sacudir, barrer, trapear, levantar la ropa sucia, uy los trastes!, Vatra no te comas eso!!... a ver, a ver que es lo que falta.... OMG!!! LA COMIDA!!

De pronto aquello era un caos completo, muy temprano me había llegado un mensaje de una vieja amiga, una a la que tenia en mi mente últimamente, hacia tanto tiempo que la pensaba, en realidad la extrañaba desde que habíamos partido de la universidad, cada quien había tomado su propio camino, ambas eramos compañeras de la misma ideología de justicia, pero Megumi era un poco mas ingenua, estaba mal que yo lo dijera, pero en el terreno legal era difícil sobrevivir sin un carácter fuerte, su mensaje me había sorprendido demasiado, de hecho no estaba segura si era ella, tan solo tarde en reaccionar aquello, para entonces ya haia notado lo tarde que era, segun decia en su mensaje llegaria a las 4 y eran .......

OMG!!! 2:30!!! Y aun no me he duchado!! ...... Vatra bajate del sofa!!

Ok ok, no era el momento para sacar la frustracion con el perro, debia de coordinarme un poco para lograr sacar la comida, aunque a esas instancias un poco de comida china no caeria mal, sobre todo cuando cerca de casa tenia un restaurante muy bueno, eso es todo, no iba a estresarme mas, encargaria comida china y esperaria a Megumi, pero antes ... sniff sniff ... emm si... necesito una ducha. Corri al baño entrando en la regadera, Vatra [mi perro] se quedaba afuera vigilando que nada extraño le pasara a su dueña, aunque aveces tenia la idea que ese perro se creia dueño de la casa, mientras me duchaba pensaba en Megumi, si seguiria igual de guapa que antes, recordaba sus hermosos ojos y ese cuerpo que me encantaba, era una mujer muy guapa, ella simpre me habia gustado demasiado. Quince minutos fue suficiente para quedar mas que presentable, justo 10 minutos despues llego la comida, tan solo era preparar la mesa y todo lo demas estaria listo, tome el movil mirando la pantalla de aquel mensaje, repase con la punta de mis dedos lo escrito y de alguna manera extraña me sonroje, despues de fantasear un poco despeje mi mente y cai en cuenta que eran las 3 y 20, no faltaba mucho para verla, me sentia un poco nerviosa, pero ansiosa, en verdad deseaba verla.

Eri

13/08/2018

En circunstancias normales, habría conducido su moto para desplazarse. Era bastante más rápida, y la sensación de conducir por las calles con el viento de cara siempre le había resultado de lo más placentera. Adoraba concentrarse en la conducción y olvidarse por un momento de todo salvo del asfalto. En esta ocasión, no obstante, despacio y con la cabeza en otras cosas le venía bien. Aún no tenía muy claro cómo iba a plantear aquello, sobre todo teniendo en cuenta que no había visto a Marlenne en bastante tiempo. Necesitaba hasta el último segundo para poner en orden sus pensamientos.

Todo había comenzado con aquel caso que aceptó. Un sencillo caso en el que su cliente era acusado de haber acabado con la vida de otra persona. Un empresario al que al parecer querían colgarle la muerte de uno de sus competidores en el sector. Nada de lo que no pudiese ocuparse, o al menos eso creía. La situación cambió para Megumi cuando en mitad de todo el proceso, él le confesó que era en realidad culpable, y que había ordenado el asesinato de aquel pobre diablo. La caída se sintió en ese momento atrapada por su propio código ético. No podía abandonar el caso, pero tampoco quería salvarle el culo a ese asesino. Así que tuvo que idear otro plan... Y ahí entraba Marlenne.

El autobús la dejó cerca de la dirección que tenía anotada. Miró su reloj, comprobando que faltaban diez minutos para la hora acordada, y suspiró. Decidió dar un paseo para gastar el tiempo hasta que llegase la hora, tratando de calmar sus nervios. Realmente estaba alterada. Y no sólo por el caso, hacía mucho que no la veía y no sabía cómo reaccionaría a lo que iba a pedirle. Sólo esperaba que el instinto que la había llevado a contactar con ella no fuese erróneo. A falta de tres minutos, llamó a la puerta.

10/08/2018

Mi casa es tu casa

Departamento de Mar/ Megumi Himura

Ya estaba el tiempo encima, después de arreglarme tan solo quedaba esperar a que llegara, pero los minutos parecen eternos cuando esperas ver a aquella persona que significó tanto en alguna etapa, me preguntaba si todos los reencuentros eran así, si era normal ponerse nervioso, casi podía asegurar que la cabeza me daba vueltas. Vatra me miraba y yo tan solo pude lanzar un suspiro al saber que mi can detectaba ese nerviosismo en mi

Oh vamos!, No me mires así, cuando la mires, sabras por que me siento tan nerviosa

Estire la mano en busca de tocar la cabeza de mi fiel guardian, quien me respondia elevando el hocico y dando una suave lamida después, sin duda se preocupaba por su dueña, mas por la escasez de comida que por mi, o eso pensaba, bueno los perros son sabios de una u otra manera, tenerlo conmigo era mas terapéutico que otra cosa, su gentileza me ayudaba en aquellas crisis de ansiedad, me quedé mirándole, repasando sus orejas con suavidad, a el le gustaba eso, por ello le recompensaba con aquel gesto. Faltando algunos minutos la puerta sonó y mi nerviosismo aumentó, mire a mi perro y sonreí

Bueno ya es hora, Vatra ni se te ocurra olerle el trasero entendiste?

Por suerte para mi, mi pequeño compañero de cuatro patas estaba tan bien entrenado, que a la orden de quieto simplemente me miró alejarme para abrir, di una última revisión a mi aspecto antes de girar el picaporte, lo que mis ojos miraban no tenía comparación. Aquella mujer de impresionantes curvas y rostro angelical era sin duda Megumi, pero con ese par de delanteras, poco falto para que me diese un infarto

M-megumi! ... Tanto tiempo sin saber de ti, pasa linda, llegas justo a la comida, oh y no te preocupes, Vatra solo muerde cuando le ordeno

Con aquello intentaba quebrar la tensión, mire al can que solo acerto en ladear la cabeza, tan solo lo ignoré indicando a la mujer a mi puerta pasara, aún no podía creer que estuviese en mi casa

Eri