♦ Stars — Libre

Un día tranquilo en los jardines colgantes, una oportunidad como no muchas tenía para pasar la noche en ese lugar un campamento improvisado en el que solamente llevó consigo una bolsa de dormir y absolutamente nada más. Le habían dicho que en ese lugar se podía observar con claridad las estrellas, especialmente esa noche que había luna nueva y la bóveda celeste permitía una vista mucho más hermosa.

Julietta llegó poco más temprano de lo usual, cuando aún había personas rondando por todos lados, de un lado a otro, jugando, disfrutando del hermoso paisaje que les había sido otorgado. Y mientras las horas pasaban, mientras el atardecer se hacía notar en el hermoso cielo de Elysium, la italiana eligió un lugar tranquilo, alejado del poco, pero aún existente bullicio, ahí donde las luces artificiales apenas lograban llegar. Observar las estrellas era uno de sus mayores placeres, algo que desde luego disfrutaba más que cualquier otra cosa, pues le recordaba enormemente el por qué había tomado tanto cariño por ese lugar que parecía sacado del más loco de sus sueños.

Se sentó bajo un árbol, abrazando sus piernas, tan solo una manta cubriendo sus hombros. Sólo ella y la noche, sólo ella y las estrellas.

Las estrellas… Parecían diferentes todos los días. Aunque fuera el mismo lugar todos los días, cada vez que miraba hacia arriba parecían haber nuevas, con brillos diferentes y destellos que no había detallado con anterioridad. Sobre el techo de su hogar apartado de todo, a pesar de que realmente tenía amistades quienes estaban sobre él diciendo que debía ser un poco más sincero con sus sentimientos y dejar de apartarlos; no podía. Cada vez que cerraba los ojos los veía, le hablaban en sus sueños, a pesar de que no decían nada su presencia era suficiente para despertar la culpa. De cómo no pudo protegerlos por su ineptitud.

Ahora le bastaba con los trabajos ocasionales que hacía, le bastaba para vivir cómodamente. Sin embargo, ahora tenía pequeña carga más; aunque no necesariamente fuera una “carga” inconscientemente estaba dándole más cabida a que fuera oficial su atención hacia el niño; y sin embargo no convivía tanto con él, al menos dos veces al día estaba con él y compartía con este. Ya había empezado a llamar la atención sobre el tema, aunque no comentaba al respecto. Parecía empezar a notarse demasiado su estado degenerativo el cual trataba de no pensar demasiado.

Ver en el espejo como levemente su espalda parecía estar extendiéndose hacia otras partes de su cuerpo, afortunadamente aún podía esconder todo tipo de rastro de éste con sus ropas. Por ahora solo quería olvidarse un poco de ello. Intentó contactar sin éxito de respuesta. No era de las personas que insistiera demasiado por ello así que tomó sus cosas y se dirigió a los jardines con la intensión de que sus rostros no aparecieran en la distancia. Aunque las flores tenían un tinte familiar, no lo tanto como un semblante a la distancia. Al inicio pensó que se trataba de su frágil estado mental pero le fue imposible ignorar y tuvo que acercarse – ¿Julietta? – Llamó a su espalda como un anuncio, aunque quizás sus pasos no fueran suficientes para el llamado – Pensé a estas horas estarías en tu casa dormida – Ahora que lo pensaba, ella no estaba al tanto de muchas cosas de él porque la había apartado un poco, triste para tanto tiempo del que se conocían.