That fucking Widow [Priv. Astolfo]

Normalmente se quedaba en casa cuando no tenía nada que hacer, y eso era la mayoría del tiempo pues su inutilidad para realizar cualquier labor era trágica. Meditaba, siempre que se le daba la oportunidad, que únicamente había sido concebida para programar pues ninguna de las otras tareas que normalmente un humano realizaba se le daba bien; como cocinera era horrible, los instrumentos musicales simplemente no eran sus amigos y los deportes... oh los malditos deportes, si algo no colisionaba contra ella en el proceso era un milagro. Y finalmente, ser un empleado de atención pública -que era lo único que le quedaba- era algo que no haría jamás incluso si tuviera talento para ello, odiaba a la gente, sobretodo a esa clase estúpida que no entendían las cosas incluso cuando se las repetían cinco veces. La vida social no era lo suyo tampoco, por eso compraba y pedía todo por internet, había menos trato humano, menos suplicio, todo era más automático.

¿Quedar con amigos en un día libre?, ¿Qué era eso?, ¿Algún ingrediente de un plato exótico hindú?. Já.

Pero lamentable esta vez la cosa era diferente y su contacto con el resto de la civilización era inminente. Le habían cortado la conexión a internet, lo cual significaba no solo retrasar todos sus horarios de trabajo si no que también dejar de jugar por un buen tiempo, bien conocía ella a esas malditas compañías telefónicas, el problema no lo solucionarían de un día para otro incluso si la ponían en lista negra luego de realizar una seguidilla interminable de llamados para que le repusieran el servicio. Gastó buena parte de la mañana, incluso desperdició la hora que tendría que ser dedicada a la segunda comida más importante del día, en tratar de que le dieran su internet de regreso pero todo fue en vano. Si no tuviera perfecto control sobre sus emociones y fuerza, de seguro arroja el teléfono contra la muralla más próxima en busca de aliviar su frustración. Las quejas quedarían para luego, tenía que encontrar soluciones, era una mujer práctica después de todo.

Ir a un cyber café fue la primera mala idea que se le ocurrió, si hablaba con el encargado incluso podía solicitar ocupar un cable de red y trabajar desde su computadora pero, sabía lo vulnerable que eran los sistemas en colmena, trabajar desde allí era lo menos favorable de toda la situación. Suspiró, tendría que llamar a sus dos clientes y pedirles algo de tiempo hasta que solucionara sus problemas, no le agradaba nada pues siempre había tenido un itinerario riguroso para no atrasarse con sus pedidos. Contestó algunos cuantos e-mails desde su móvil gracias a su bolsa de datos antes de salir del pequeño apartamento que tenía y se aseguró de meter la pequeña libreta azul donde anotaba cosas importantes dentro del bolso caoba, si iba a tener el día libre por culpa de alguien más al menos lo haría a su manera: Jugando.

Con un poco de investigación encontró un lugar apropiado, computadores de última generación e implementación acorde, no la mejor, pero bastante decente. Era un poco alejado del centro de la ciudad pero en un buen barrio, así que no le importó el resto. Cuando llegó al sitio se dio cuenta de que se veía mejor de lo que se mostraba en las fotografías. Una sala limpia, con ventilación e iluminación perfecta, una hilera de monitores pegados un gran ventanal y los otros justo al frente. Cubículos separados; el resto eran consolas. No había suficiente aislamiento de ruido pero a esas alturas no le importaba, pues en cuanto se sentó frente a una de las computadoras los audífonos cumplían con la tarea de sobreponerse al ruido de fuera. Dejó su bolso bajo sus pies, apoyado contra la pared. Arregló un tanto la falda corta oscura y la chaqueta antes de darle dos clicks al cliente de Blizzard. Se logeó y en un par de minutos ya se encontraba buscando una partida rápida, quería calentar un poco antes de ponerse a jugar rank, no quería perder su puesto 50 dentro de los top 500 de la región.

Las cosas le fueron bastante bien, como era usual. No solía ocupar mucho a Widowmaker pues lo suyo eran más los tanks y support, pero en ese momento sentía la necesidad de reventar algunas cabezas. Quien lo diría, tenía algo de sádica dentro de esa detestable personalidad.

Todo iba de maravilla, perfecto, headshot tras headshot hasta que una maldita Widow del equipo contrario comenzó a amargarle la fiesta. De primera solo pensó que era suerte, luego comenzó a molestarse, parecía buscarla solamente a ella para cazarla, como si se tratara de una maldita novata. Llegó un punto de la pelea de francotiradores donde incluso gruñó por lo bajo al perder tres tiros seguidos. Esa jodida Widow era buena.

Pero claro, ella era mejor.

Pensó antes de dar un click, eliminándola por segunda vez seguida. Había un empate en aquel duelo en ese momento pero Evelyn no lo permitiría, barrería el suelo con el maldito que se atrevió a meterse con ella.

No one can hide from my sight.

El momento fue perfecto para obtener su ultimate y activarla, dándole así ventaja al team para detectar la posición de los enemigos. Se movió con el personaje rápido por el mapa para posicionarse, tomando altura con su gancho. Su vista se concentró en la pantalla y pronto encontró lo que buscaba: la Widow contraria. Click derecho para poner la mira, apuntar, dar el tiro justo en el segundo preciso en el que el Rein contrario movió el escudo tratando de bloquear los misiles de una D.va, dejando expuesta a su compañera dormida. Sonrió complacida, permitiendo relajar su espalda en el respaldo del asiento del asiento como si fuera dueña del mundo. Había ganado, y nada ni nadie le quitaría la satisfacción de regodearse con ello. Buscó la letra bindeada para los emotes en el teclado y la pulsó con relajo, ejecutando el gesto de burla justamente para que la francotiradora enemiga lo viera en su kill cam. Oh dios, que detestable e infantil se volvía cuando alguien trataba de ser mejor que ella.

"Nice Widow". Escribió en el chat poco después, como si no fuera suficiente con haberla matado incontables veces. ¿Qué buscaba con ser arrogante y molesta?, molestar a la contraria claro, un jugador árdido era mucho más divertido que uno concentrado. Momento después se puso a jugar seriamente otra vez, logrando eliminar a un Zenyatta que iba de paso para salvar al tank y a un Mccree que se había dado cuenta de su posición. Pan comido, juego de niños, esa era la diferencia entre ella y el resto de jugadores. Estar dentro de los 500 mejores jugadores de una región era casi un trabajo de tiempo completo, ahora casi no entraba a jugar quickplay por lo mismo, la diferencia de habilidad era demasiada e incluso si encontraba a alguien que podía darle la pelea pronto se volvía en algo personal.

El resultado de la partida al final dio para ella, sacando una Play of the game bastante buena. Hacer casi un team kill por ella misma no era algo que pasara todos los días, incluso en sus mejores momentos de iluminación. Lanzó un suspiro al aire en cuanto comenzaron a llegar las solicitudes de amistad tanto de su equipo como del contrario, no las aceptaría claro, no los conocía ni quería conocerlos. Su lista de amigos se resumía a 30 sujetos, algunos del top 500 y otros de torneos donde participó, el usuario "Arch3medez#1398" era un sujeto solitario incluso cuando competía en equipo. Esa fue justamente la razón por la que la sacaron del team en el que estaba jugando ya profesionalmente, trabajaba más por su cuenta que por su grupo. Eso no servía en las grandes ligas, su habilidad no era todo dentro del juego.

Negó con la cabeza, cerrando los ojos mientras esperaba el emparejamiento para una competitiva donde esperaba que apareciera la misma Widow de la partida anterior solo para volver a hacer una demostración de su superioridad. Algunos días le daban ganas de volver a esa vida, otros simplemente creía que estaba bien como estaba y otros... simplemente olvidaba todo eso, sumergiéndose en su mar de inseguridades provocadas por graves males de memoria. Por suerte para ella este era un día bueno, todo funcionaba perfectamente.

Oh, otra partida. Y que curioso... ese nombre de usuario lo reconocía de la partida anterior. Soltó una risita perversa por lo bajo mientras recorría la lista de héroes, ocuparía uno de ataque. El vaquero de ulti devastador sería perfecto, ni siquiera se fijo en lo que había en su equipo, simplemente su mente estaba centrada en eliminar a ese sujeto. Junkertown era uno de sus mapas favoritos y el que se le daba mejor... de hecho, ¿Porqué no cambiar la estrategia e ir con Junkrat?, oh dios, como lo disfrutaría.

No llevaba ni cinco minutos en el mapa cuando ya tenía un neumático listo para arrojar.

¡Ladies and gentlemen, start your engines!

Saltó a todos los personajes enemigos y solo fue en búsqueda del jugador contrario, cuando lo encontró hizo explotar el ultimate. No pudo evitar reírse de manera altiva, esta vez un poco más alto. Oh dios, tenía tantos ánimos que incluso entraría el team chat para jugar con el equipo. Cuando entró solo recibió elogios, algunos habían estado en la partida rápida pasada. Y ella que ni recordaba como se llamaban, bueno, será. A divertirse.

"Por ahora concentrémonos en jugar" murmuró casi "Me cambiaré a Zenyatta, necesitamos un ultimate defensivo. Vamos Zarya y Hanzo"

Rápidamente su equipo cambio a los personajes que ella pedía, tener el número 50 debajo de su rango hacía cambiar bastante las cosas porque daban por sabido que ella tenía más experiencia que el resto. A todo esto... ¿Que rango era el otro sujeto?, apretó el tab para ver a ambos equipos.